Tiempo libre y vacaciones
El tiempo libre es una necesidad vital para las niñas y niños. En vacaciones, el objetivo no puede ser diferente a buscar desconectarlos de los deberes con su jardín o colegio, no solo para recargar sus energías sino también para potenciar sus habilidades.
Para el aprovechamiento del tiempo libre también es importante la moderación y el equilibrio entre las actividades que aportan a algún aprendizaje y las que generan diversión. Desde ahí se contribuye al desarrollo de sus pasiones y sus talentos.
1. Un tiempo para compartir juegos y creaciones
Veamos desde la mirada de las niñas y los niños aprender la capacidad de valorar los momentos simples, y, sobre todo, cuando deseamos estar juntos: la observación, la escucha y la toma de ideas. Usemos la creatividad tanto propia como la de nuestras niñas y niños para inventar nuevos juegos, reír y llenarnos de este tiempo juntos en casa. ¿Cuál es tu juego favorito? ¿Ya lo compartiste con tu familia? Y ¿Si le hacen alguna variación? Inventar y transformar los juegos es muy divertido.
2. Las pantallas como herramientas que inspiran y conectan
Establecer horarios fijos y observar la pertinencia de los programas que ven las niñas y los niños puede ser una gran oportunidad. Hacer preguntas sobre los programas una vez finalizan, investigar la parte favorita, dar tiempos de respuesta, etc.
Las niñas y niños procesan la información de formas tan variadas que podríamos darnos la oportunidad de conocer, así como como también dar lugar a las conversaciones que desarrollan el lenguaje, dan ideas para empezar un juego, quizá pintar, garabatear, bocetear, interactuar, dibujar, escribir u otros sobre una aventura y/o historia que juntos podrían evocar.
3. El ‘emocionario’
Con más días libres, podemos aprovechar para hablar con ellas y ellos sobre las distintas emociones que experimentan. Su identificación, gestión, sus nombres y cómo podemos habitarlas de la mejor manera. Es importante recordar que la familia es el primer lugar de relacionamiento y es precisamente en esta función, en donde se sienten esas primeras emociones: frustración, alegría, tristeza, rabia, miedo... Enseñar a caminar desde casa es vital para este momento y para los venideros.
La importancia del reconocimiento de la comunicación y de las conexiones que entre las niñas y los niños se dan con cada uno de los miembros de la familia para poder expresar estos sentimientos y el encuentro es una posibilidad de construir y fortalecer los vínculos en casa.
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