El abuso sexual infantil es considerado la peor forma del maltrato infantil. Se da con o sin contacto, entre un niño, niña, adolescente y un adulto, hombre o mujer, que asume poder frente a la víctima, utilizando la fuerza, la amenaza, la autoridad, la manipulación económica, emocional, engaños, entre otros, con el fin de complacerse sexualmente o complacer a terceros.
Los abusos sexuales también pueden ser ocasionados por niños, niñas o adolescentes a otros menores de edad.
El abuso sexual puede presentarse dentro o fuera del hogar:
- Dentro del hogar: cuando es cometido por un miembro de la familia.
- En los casos en los que se conoce la denuncia, el 92% de los casos, el abusador es alguien cercano al niño o niña, lo que agrava aún más la situación porque, por lo general, es un adulto en el que el niño o la niña confía plenamente y puede llegar a confundir el abuso con el amor filial.
- Por fuera del hogar: el abuso es cometido por personas que no son familia, son amigos, vecinos,
- cuidadores, maestros y extraños. Puede ocurrir como consecuencia de un asalto sexual
- o por repetición permanente de la conducta abusiva sobre el menor de edad.
Cualquier niño, niña o adolescente puede ser víctima de abuso sexual, sin importar su edad (incluso bebés), su etnia, religión o clase social.
Cuando un niño, niña o adolescente es víctima de abuso sexual, las consecuencias pueden ser distintas según su edad, teniendo en cuenta factores como la comprensión que él o ella tengan de lo que les sucede, y la respuesta que recibe de los adultos cercanos cuando se enteran de lo que les está pasando.
Signos y síntomas físicos:
- Dolor en los genitales.
- Moretones, hematomas en partes del cuerpo o en el área genital.
- Enrojecimiento o daño en ano o vagina.
- Pérdida del control de esfínteres cuando ya se tenía.
- Irritación, picazón, dolor, mal olor, flujo de sangre en el área vaginal o anal.
- Infecciones urinarias.
- Enfermedades de transmisión sexual.
Comportamentales:
- Se refiere a los cambios repentinos que puede tener un niño, niña o adolescente en su
- comportamiento como:
- Agresividad.
- Temor o miedo a algunas personas.
- Conductas eróticas tempranas (masturbación, tocamiento con pares, expresiones verbales
- de situaciones que no corresponden con su edad).
- Conductas de autoagresión.
- Interés excesivo por juegos sexuales.
Emocionales:
- Se evidencia en cambios en el estado de ánimo.
- Tristeza.
- Depresión.
- Temor a estar solo o a quedarse con alguna persona.
- Incapacidad de expresar lo que siente.
- Dificultades para dormir, pueden tener pesadillas.
- Cambios en el apetito.
- Ideas suicidas.
Detectar a tiempo una situación de abuso sexual ayuda a evitar que estos sucesos se vuelvan a repetir o puede prevenir mayores daños en los niños, niñas y adolescentes. Hay que actuar de manera oportuna y con responsabilidad. La protección integral es un compromiso de todos.
Cuando hay sospecha o certeza de un abuso sexual es obligación denunciar la ocurrencia de este delito ante las autoridades.
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