viernes, 9 de agosto de 2019

Prevención del abuso sexual

Tejiendo Hogares

El abuso sexual infantil es considerado la peor forma del maltrato infantil. Se da con o sin contacto, entre un niño, niña, adolescente y un adulto, hombre o mujer, que asume poder frente a la víctima, utilizando la fuerza, la amenaza, la autoridad, la manipulación económica, emocional, engaños, entre otros, con el fin de complacerse sexualmente o complacer a terceros. 
Los abusos sexuales también pueden ser ocasionados por niños, niñas o adolescentes a otros menores de edad.
El abuso sexual puede presentarse dentro o fuera del hogar:
  • Dentro del hogar: cuando es cometido por un miembro de la familia.
  •  En los casos en los que se conoce la denuncia, el 92% de los casos, el abusador es alguien cercano  al niño o niña, lo que agrava aún más la situación porque, por lo general, es un adulto en el que el niño o la niña confía plenamente y puede llegar a confundir el abuso con el amor filial.
  • Por fuera del hogar: el abuso es cometido por personas que no son familia, son amigos, vecinos,   
  • cuidadores, maestros y extraños. Puede ocurrir como consecuencia de un asalto sexual 
  • o por repetición permanente de la conducta abusiva sobre el menor de edad.
Cualquier niño, niña o adolescente puede ser víctima de abuso sexual, sin importar su edad (incluso bebés), su etnia, religión o clase social.
Cuando un niño, niña o adolescente es víctima de abuso sexual, las consecuencias pueden ser distintas según su edad, teniendo en cuenta factores como la comprensión que él o ella tengan de lo que les sucede, y la respuesta que recibe de los adultos cercanos cuando se enteran de lo que les está pasando.
Signos y síntomas físicos:
  • Dolor en los genitales.
  • Moretones, hematomas en partes del cuerpo o en el área genital.
  • Enrojecimiento o daño en ano o vagina.
  • Pérdida del control de esfínteres cuando ya se tenía.
  • Irritación, picazón, dolor, mal olor, flujo de sangre en el área vaginal o anal.
  • Infecciones urinarias.
  • Enfermedades de transmisión sexual.
Comportamentales:
  • Se refiere a los cambios repentinos que puede tener un niño, niña o adolescente en su 
  • comportamiento como:
  • Agresividad.
  • Temor o miedo a algunas personas.
  • Conductas eróticas tempranas (masturbación, tocamiento con pares, expresiones verbales
  •  de situaciones que no corresponden con su edad).
  • Conductas de autoagresión.
  • Interés excesivo por juegos sexuales.
Emocionales:
  • Se evidencia en cambios en el estado de ánimo.
  • Tristeza.
  • Depresión.
  • Temor a estar solo o a quedarse con alguna persona.
  • Incapacidad de expresar lo que siente.
  • Dificultades para dormir, pueden tener pesadillas.
  • Cambios en el apetito.
  • Ideas suicidas.
Detectar a tiempo una situación de abuso sexual ayuda a evitar que estos sucesos se vuelvan a repetir o puede prevenir mayores daños en los niños, niñas y  adolescentes. Hay que actuar de manera oportuna y con responsabilidad. La protección integral es un compromiso de todos.
Cuando hay sospecha o certeza de un abuso sexual es obligación denunciar la ocurrencia de este delito ante las autoridades.

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